Publicado: Guatemala, 2 de mayo del 2024
¿Cómo podría Guatemala convertir su riqueza natural en prosperidad para sus habitantes? Ramón Parellada analiza cómo las políticas gubernamentales y una mentalidad anticapitalista han limitado el aprovechamiento de recursos naturales del país. Parellada explora cómo la falta de desarrollo económico es causado por los políticos y gobernantes que lo impiden.
Guatemala es un país pobre lleno de riquezas. Sin embargo, no las aprovechamos. La principal riqueza radica en la empresarialidad de la gente que descubre como utilizar esos recursos que tenemos y multiplicarlos. ¿Por qué no nos estamos enriqueciendo entonces? Porque nuestros políticos y gobernantes lo impiden. Tanto el Ministerio de Energía como el de Medio Ambiente tienen ministros que prefieren la pobreza del pueblo a explotar ciertos recursos que podrían enriquecerlo.
En efecto, nuestro país como muchos otros está lleno de riquezas de todo tipo comenzando por su gente, tierra apta para la agricultura, ganadería y bosques así como diversos minerales y abundante agua en ríos que pueden generar mucha más electricidad. Pero los diferentes gobiernos ponen demasiadas trabas para poder explotar todos estos recursos. Algunos piensan que es mejor ser pobre que explotar los minerales. Sin embargo, todos utilizamos minerales convertidos en metales para hacer nuestras vidas más cómodas, sanas y seguras. Lo mismo ocurre con los ríos que además de generar electricidad pueden generar suficiente agua para todos en embalses bien hechos. Todas las trabas y titubeos en permitir la explotación de estos recursos hacen que el crecimiento económico en el país sea mediocre. No pasamos de un 3% anual en los últimos 40 años cuando deberíamos estar creciendo al 10% anual en términos reales. De ahí que ahora, nuestro recurso más valioso, la gente con su trabajo, opte por emigrar a Estados Unidos de la forma que sea. Van a buscar las oportunidades que en este país se les niega.
La mentalidad anticapitalista de algunos políticos hace que sigamos empobreciéndonos siempre. Cuando por fin entendamos que los recursos minerales pueden explotarse y generar cierta riqueza que contribuye al bienestar de todos, podría ser demasiado tarde y ya no valgan nada. Así es, con el tiempo, los minerales que se explotan y se convierten en ciertos metales comienzan a abundar en la vida diaria y en muchos casos, el precio relativo de estos cae en relación con otros. La reutilización de muchos de ellos se ha vuelto la fuente primaria de esas materias primas. Pero aún hay otros metales de los cuales Guatemala tiene en ciertas áreas que pueden ser explotados y contribuir a generar mucha riqueza. Declarar una moratoria a la exploración y explotación minera es una muestra de la incapacidad que tienen nuestros gobernantes. Es un fracaso total cuando deberíamos premiar a quienes rápidamente logran invertir y explotar esos recursos masivamente. Por otro lado, el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales ha sido pésimo. Ese convenio ha sido mal interpretado y por la incapacidad de nuestros gobernantes y autoridades ha tenido un efecto negativo en las inversiones de capital sobre los recursos naturales tanto renovables como los no renovables impidiendo así la generación más rápida y mayor de riqueza.
Hoy nos quejamos de que no hay mano de obra para ciertas actividades agrícolas y es porque cada día la población que trabaja se ve disminuida porque muchos prefieren ir a Estados Unidos donde las oportunidades son mayores que las de aquí. Estados Unidos si ha invertido capital en todos estos recursos y lo han sabido acumular desde hace muchos años. Esa cantidad de capital invertido acumulado se nota en toda su infraestructura en carreteras, puertos, aeropuertos, industrias, etc… Esa es la gran diferencia entre nuestro país pobre y ellos, más ricos. Es el capital acumulado porque han podido explotar adecuadamente todos sus recursos sin tantas trabas ni complejos.