Publicado: Guatemala, 6 de febrero del 2025
¿Cómo afectan los aranceles al comercio global? Ramón Parellada analiza el impacto de estas medidas en el libre comercio, pilar del desarrollo económico.
Donald Trump ha comenzado un segundo mandato con la amenaza de imponer enormes aranceles a sus vecinos, así como a China y Colombia, entre otros. Es probable que utilice esta estrategia de negociación con otros países. Le está funcionando para obtener resultados inmediatos, que, a mi juicio, son cuestionables, pero los países amenazados por los aranceles han cedido a las demandas de Trump.
A cambio de prorrogar la implementación de aranceles, México y Canadá se comprometieron a fortalecer sus fronteras con Estados Unidos, enviando una gran cantidad de efectivos militares. La idea es contener la inmigración ilegal que proviene de México y también evitar el ingreso de una droga devastadora que afecta a los estadounidenses: el fentanilo. En Canadá, la lucha se centra más en el fentanilo, aunque la cantidad que ingresa es mínima. Esta droga sintética es más dañina que otras, y creo que ha sido consecuencia de la prohibición de drogas más naturales. Más económico sería eliminar la prohibición a las drogas. Cada uno es responsable de sus propios actos. Pero este es un tema para otra ocasión.
¿Qué tienen que ver los aranceles proteccionistas con los otros objetivos? Considero que son un arma de negociación de Trump para lograr sus metas. Sin embargo, temo que termine incrementando los aranceles a los países con mayor déficit comercial con Estados Unidos. Creo que Trump asume que el déficit comercial negativo es malo, como lo ve mucha gente. Esta perspectiva se remonta a la época del mercantilismo, cuando se creía que las importaciones eran malas porque se pagaban con oro, lo que reducía la cantidad de oro en el país. Este pensamiento es erróneo, ya que en el comercio ambas partes siempre obtienen beneficios: el que recibe el oro y el que entrega productos y servicios a cambio. Si no ganan ambas partes, no realizarían transacciones de forma libre y voluntaria.
En economía, el comercio libre genera ventajas para ambas partes. En el ámbito internacional, las ganancias se producen porque se aprovechan las ventajas comparativas de cada parte. Es esencial recordar que no son solo los países los que negocian, sino las personas. Nadie cuestiona el intercambio que existe entre alguien en Nueva York y otra persona en California o Texas. En Estados Unidos, hay un enorme comercio libre. El país produce una gran variedad de bienes y cuenta con diferentes climas que facilitan el intercambio entre los estados sin trabas burocráticas. Sin embargo, existe la problemática de los aranceles y barreras no arancelarias entre Estados Unidos y el resto del mundo. Todos sufren estas medidas. Aunque si Estados Unidos impone aranceles a un país pequeño, puede obtener productos de otros países, lo que le ocasionará menos daño que al país afectado.
El comercio internacional libre beneficia a todos. Comprar algo más barato en el extranjero y ofrecer algo que se produce a menor costo localmente implica un intercambio que aporta ahorros o ganancias para todos. Las ventajas comparativas permiten utilizar los recursos de forma más eficiente. Cuanto más libre sea el comercio exterior en un país, mayor será su progreso económico. Por tanto, espero que Trump no implemente esos enormes aranceles, ya que dañarán a su propia gente y a quienes les impondrá los aranceles. Los demás países, en represalia, actuarán de la misma forma, perjudicándose a sí mismos y dañando a Estados Unidos. Entrar en una guerra comercial proteccionista es una situación de pierde-pierde para el mundo entero. El libre comercio nos hace más dependientes, mejora el nivel de vida de los menos afortunados y previene tensiones innecesarias que, en ocasiones, pueden terminar en conflictos bélicos graves.