Peticiones empobrecedoras de Codeca

Ramón Parellada C. / Empresario, catedrático universitario y director del Centro de Estudio Económico-Sociales (CEES). / rpc@cees.org.gt

Publicado: Guatemala, 11 de julio del 2024

¿Regular y nacionalizar mejorará el nivel de vida de los guatemaltecos? Ramón Parellada analiza las exigencias que le hace el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) al gobierno. Parellada explica cómo las consecuencias de lo que exigen serán contrarias a sus intenciones.

El Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) hizo un comunicado de prensa con varias exigencias que le hacen al gobierno y que son la causa de su manifestación.   En algunos puntos las consecuencias de lo que exigen serán contrarias a sus intenciones. Veamos.

Una de las exigencias es que el gobierno baje los precios de la canasta básica. Francamente, el gobierno no puede ni debe intervenir en los precios libres, ya que causaría distorsiones terribles. Si el gobierno impusiera un precio tope a un producto, por ejemplo a las zanahorias, entonces ese producto comenzaría a escasear y surgiría el mercado negro de zanahorias. Los productores de zanahorias ya no se sentirían motivados de producir para vender a precio con tope.  Los consumidores incrementarían la cantidad de lo que demandan si el precio es bajado artificialmente. Ocurriría un desabastecimiento de zanahorias. Lo que sí puede hacer el gobierno es desregular, para facilitar que quienes producen zanahorias no tengan que perder mucho tiempo en trámites y burocracia engorrosa, ni impuestos que los agobien. Además, el gobierno podría permitir que se construyan más y mejores carreteras privadas para que los productores de zanahorias puedan llevar sus productos más rápidamente y con mayor seguridad a su destino.

Otra exigencia contraproducente para los guatemaltecos es en la que piden “la nacionalización de la energía eléctrica y bienes privatizados. No más explotación minera”. Quienes piden esto no se dan cuenta de que cuando las empresas son nacionalizadas funcionan mal, ineficientemente, al servicio de los sindicatos y no del consumidor. Se vuelven monstruos gigantes y el costo del servicio o producto que elaboran se vuelve carísimo. Aunque esté subsidiado y el consumidor pague menos o lo reciba gratuitamente, es un espejismo creer que estaremos mejor porque al final todos pagamos esas ineficiencias con impuestos o con oportunidades perdidas.  Las empresas privadas funcionan eficientemente porque se deben al consumidor. Saben que si no lo atienden bien, lo pierden, y eso significa menos ventas y al final menor ganancia. Velan por que los productos que elaboran estén en el mercado en cantidades suficientes a precios competitivos.  No están solos como los monopolios estatales cuando se encargan de alguna empresa como la de energía eléctrica, sino que compiten todo el tiempo con otras empresas y algunas potenciales.

En cuanto a la minería, hoy en día no hay argumento válido para que no se dé. Todos demandamos metales y el ingenio humano con su creatividad productora puede explotar esos recursos de una manera totalmente compatible con la naturaleza. Las nuevas tecnologías permiten explotaciones productivas sin causar mayores daños al medioambiente. La generación de empleos directos e indirectos en lugares donde no hay nada es una oportunidad que no se debe dejar pasar al mejorar el nivel de vida de quienes viven ahí. No solo se beneficiarán estas personas, sino todo el país, al generar ingresos para otras empresas y, sobre todo, mayores ingresos que se quedarán en los municipios donde se lleva a cabo la explotación. Si no fuera por la minería, los campesinos de Codeca no podrían trabajar la tierra. Lo hacen gracias a los metales de sus herramientas como machetes, arados, rastras, tractores, equipos motorizados de riego, de fumigación, etc. … Y transportan sus productos en camiones que están construidos con diferentes metales, entre otros materiales.  Los metales han hecho la vida más cómoda y mejor a todo el mundo. Estas propuestas de Codeca solo empobrecerán más a los menos afortunados.