Publicado: Guatemala, 21 de febrero del 2025
¿Cuánto cuesta la ineficiencia gubernamental? Jorge Jacobs explica cómo la burocracia no hace más que crecer y consumir recursos sin que los servicios mejoren.
Siempre he estado convencido de que uno de los principales problemas de los gobiernos es la burocracia, pero nunca me imaginé a los excesos inimaginables a los que se puede llegar hasta que escuché a Elon Musk contar algunas historias de terror de lo que ha encontrado con el Departamento de Eficiencia Gubernamental —DOGE—. En una entrevista hace un par de días, junto con Donald Trump, mencionó que lo que más le sorprendió del gobierno cuando llegó a Washington fue el grandísimo tamaño que tiene, al grado de que cualquier pequeña mejora que se haga le ahorra miles de millones de dólares a los tributarios.
En ese contexto, la historia que más me sorprendió fue una que contó la semana pasada en una conferencia remota que dio en Dubái. La historia es tan increíble que mejor le dejo que la cuente en sus propias palabras: “Un gran porcentaje del problema es la tecnología… el gobierno de EE. UU. se ejecuta en una colección de miles de computadoras, muchas de ellas anticuadas, que ejecutan software muy viejo, y que no se comunican entre sí con el fin de hacer que el gobierno sea más eficiente… el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para facilitar la jubilación de los trabajadores del gobierno… pero resulta que no es tan fácil que los trabajadores se jubilen, porque la tasa máxima de jubilación es de 10,000 trabajadores al mes”.
“La razón de ello es porque el papeleo necesario para jubilarse en este momento es totalmente manual. Toda la papelería de un trabajador se pone en un sobre manila y se baja por un pozo para que se almacene en una mina. Luego resulta que una de las cosas que afectan la cantidad de trabajadores que se pueden retirar es la velocidad del ascensor en una mina en Pensilvania, lo que es extraño porque el proceso debería ser digital. Cuando les preguntamos por qué no es digital, nos dijeron que llevaban digitalizándolo desde 2014, y les preguntamos cuánto habían progresado, y nos dijeron: ‘B’, y nosotros pensamos que se referían a una calificación de ‘B’, pero no, era ‘vamos por la letra B’. Así que nos dijimos: ‘Bueno, vamos a tener que dar soporte técnico, si no, la gente no podrá jubilarse aunque quiera’.
“Es bastante malo. Hay un montón de sistemas de software que necesitan ser actualizados, arreglados, y en algunos casos eliminados. Además de un montón de cosas que realmente deberían ser automatizadas… Son cerca de mil ciudadanos americanos los que están operando la mina… son personas que deberían estar trabajando en producir bienes y servicios que son de mucho mayor valor para el público… incluso si alguien solo cultivara tomates en su jardín y los vendiera en el mercado de agricultores sería más útil que llevar sobres de manila por el pozo de una mina…
“Es seguro decir que muchas de las cosas son así. No es que cualquier cosa sea particularmente difícil, pero hay 10,000 cosas que pueden ser mejoradas… por lo que es la eficiencia por medio de la innovación, en lugar de la eficiencia por medio de la austeridad… mediante la mejora de la tecnología los costos se reducen porque es muy caro tener a un millar de personas actualizando papeles de jubilación en una mina… mientras que en realidad sólo debe digitalizarse y que sea un equipo con la información almacenada en la nube… es muy sencillo y de bajo costo…”
No tengo la menor duda de que en Guatemala los problemas son similares, de menor escala, pero con desperdicios y despilfarros similares. El problema es que aquí la burocracia sigue creciendo a pasos agigantados, en lugar de reducirse. Solo de enero a noviembre del año pasado, la burocracia creció en más de 33 mil empleados, con un crecimiento de casi el 10 por ciento. ¿Usted sintió alguna mejora en algún servicio gubernamental? ¿Algún día tendremos un DOGE en Guatemala?