Libertad de religión
En las últimas décadas, los creyentes guatemaltecos, que, por cierto, somos la inmensa mayoría, hemos gozado de una libertad de religión relativamente amplia. Sin embargo, es alarmante ver lo que pasa en países vecinos, tanto al norte como al sur. El cierre temporal de las iglesias, por causa de la pandemia por el Covid-19, nos abrió los ojos a lo que significa ser privados del culto. Es un bueno momento para revisar las garantías a nuestros derechos, prever posibles abusos futuros y blindarnos contra ellos.