Gustavo Petro ganó, el domingo pasado, las elecciones para presidente en Colombia. Será el primer presidente exguerrillero y socialista de Colombia. Con 50.44% de los votos contra su contrincante, el empresario Rodolfo Hernández que obtuvo el 47.03% tendrá un gobierno bastante dividido. No hay una ventaja abrumadora y tendrá que buscar alianzas para poder llevar a cabo todas sus promesas. Al menos esto será un freno a algunas de las más descabelladas.
Petro ha dicho muchas cosas durante su campaña al igual que todos los políticos que están en alguna contienda para algún cargo público por elección. Así que no se sabe a la hora de la verdad que llevará a cabo y que no. Sin embargo, hay algunas cosas que las ha repetido y que ha insistido en ellas. Sus políticas sociales no son nada nuevas, son exactamente las que han fracasado en otros países. Sin embargo, el votante ingenuo las compra como si fueran la solución a todos los problemas. El problema de Petro es que no entiende economía. Pretende resolver la pobreza y la desigualdad a través de políticas sociales pero éstas no son ni milagrosas ni efectivas. La pobreza es fruto de las malas medidas económicas que se han tomado en el pasado y que ahora Petro ampliará.
Ha ganado y ahora falta ver que hará. Su intención era ganar las elecciones y lo ha logrado. Es muy fácil y vende mucho decir que se va a otorgar un subsidio a los más pobres o que se va a aumentar el gasto social, pero se le olvida a Petro que todo esto tiene que financiarse por lo tanto la solución simplista es incrementar impuestos. Y ya lo dijo, aumentará los impuestos a los más ricos. Justamente esto frenará el crecimiento económico que es la principal urgencia para reducir la pobreza ya que los más ricos son los que reinvierten en las empresas que tienen más rentabilidad y que permiten así el incremento de más oportunidades y mejora del nivel de vida de la población. El modelo que piensa implementar causará más pobreza que es justo lo que quiere resolver.
Petro quiere eliminar el petróleo y la minería. Son intenciones que al analizarlas profundamente lo que causarán es un incremento en la pobreza de su país. Justamente los más pobres tendrán que pagar mucho más por todos esos productos y si los subsidia el país perderá competitividad y el crecimiento económico disminuirá con lo que la pobreza aumentará. Las alternativas al petróleo y energía todavía son demasiado costosas hoy en día. Ya llegará el momento en que sin necesidad de forzar nada éstas se vuelvan atractivas gracias a la variación de precios relativos entre las nuevas tecnologías y las actuales. Por otro lado, eliminar la minería es dejar que otros aprovechen estos recursos mientras tu estás sentado en oportunidades de crecimiento económico para paliar la pobreza que existe en muchas partes del interior del país. Cuando por fin se decidan a explotar la minería, posiblemente ya no valdrán los minerales lo que hoy valen, puesto que el uso secundario, es decir, el reciclaje de metales, serán más importante que la extracción primaria.
Es preocupante recordar algunas declaraciones sobre Venezuela. Hay que estar atentos porque Venezuela no es hoy en día un país democrático ni libre. Existe un gobierno corrupto e ilegal que está usurpando el poder. La destrucción de la riqueza en Venezuela desde que tomó Chávez el poder ha sido inmensa. Solo porque durante una buena época el petróleo tuvo precios increíblemente altos se pudo salvar de no colapsar antes. Petro no debe coquetear con dictadores. Esperemos que no lo haga.
* Publicado en Prensa Libre el 23 de junio del 2022. https://www.prensalibre.com/opinion/columnasdiarias/que-tanto-podra-hacer-gustavo-petro-en-colombia/

Ramón Parellada
consejo directivo
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