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08 de mayo, 2019

Desnutrición y Pobreza: Un Círculo Vicioso

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Luis Aragón

1. La Desnutrición en Guatemala: Los Números

a. Prevalencia del Problema

La desnutrición crónica es un problema altamente prevalente en Guatemala. Se estima que en promedio la prevalencia de esta condición en países en vías de desarrollo es de 32% (Unicef, 2007). En los países donde el problema es más severo (Bangladesh y Yemen) la prevalencia de desnutrición crónica es de 52-55%. En Guatemala, según datos del Banco Mundial (Marini, 2003), la prevalencia es de 44%. Estos datos fueron confirmados recientemente por un informe de Oxfam Internacional de 2019 donde reporta una prevalencia de 46.5% (Gauster, 2019). Estos datos posicionan a Guatemala como uno de los países más desnutridos a nivel mundial. Sin embargo, el problema no afecta a toda la población de manera uniforme. Existen grupos que son más vulnerables.

 

b. Grupos Vulnerables

Lo primero que vale la pena resaltar es que la desnutrición es un problema de niños. Las estadísticas son representativas de la población infantil. En adultos la desnutrición severa y leve ocurre en menos de 1% y 2% de la población, respectivamente (Marini, 2003).

En términos generales, según los reportes del Banco Mundial, la desnutrición se concentra en la población menos educada, área rural e indígena. Los hijos de padres que no completaron la educación primaria tienen 3 veces más riesgo de presentar desnutrición. Prácticamente la mitad de los niños del área rural tiene algún grado de desnutrición. Las familias de origen indígena tiene el doble de prevalencia del problema (58% vs 32% entre indígenas y no indígenas).

Por ultimo, la desnutrición es un fenómeno que afecta a todos los estratos socioeconómicos. Incluso los estratos de mayor ingreso per capita tienen 16% de prevalencia de desnutrición. Sin embargo, la prevalencia en el grupo más pobre es de 62%.

 

c. Desnutrición Aguda y Crónica: Dos caras de la misma moneda

Es importante reconocer dos tipos diferentes de desnutrición. La desnutrición crónica y aguda. La desnutrición crónica consiste en peso y/o talla baja para la edad. Esto implica un déficit de nutrientes y calorías de largo plazo. Sus consecuencias en el desarrollo son prácticamente irreversibles cuando ocurre antes de los dos primeros años de vida (Unicef, 2007).

La desnutrición aguda consiste en bajo peso para la talla. Es la consecuencia de un insuficiencia aguda de comida o una enfermedad muy seria. Es predictor de mortalidad en niños menores de 5 años (Marini, 2003).

La desnutrición aguda es muy frecuente en países en vías de desarrollo. El país mas afectado es Burkina Faso con 23% de prevalencia (Unicef, 2007). En Guatemala, la prevalencia reportada a sido baja en 2.8% según datos del Banco Mundial. Sin embargo, en números absolutos no es un problema despreciable porque hasta marzo de 2019 se han contabilizado en Guatemala 2,893 casos en niños menores de 5 años (aumento de casos comparado con años previos). Además, por el fenómeno de canícula y su impacto en las cosechas se describe en Guatemala el “hambre estacionaria” entre los meses de marzo y agosto (Orozco, 2019).

 

2. Consecuencias de la Desnutrición: Impacto en el Individuo

a. Desarrollo cognitivo del individuo

Las consecuencias de la desnutrición en las sociedades tienen su origen en el impacto de esta sobre el desarrollo del individuo. La parte fácilmente visible del problema son las medidas antropométricas (peso/talla, peso/edad, talla/edad), sin embargo las secuelas más profundas suceden en el desarrollo cognitivo y funcional de la persona. Es a nivel del neurodesarrollo en donde las secuelas de la desnutrición se vuelven persistentes en la vida del individuo y afectan a sus familias.

La desnutrición durante las etapas tempranas de la vida tiene efectos negativos importantes en el desarrollo cognitivo y conductual del individuo. Entre los efectos se han descrito: inatención, problemas de conducta, conducta agresiva, depresión, fracaso escolar y coeficiente intelectual disminuido (Galler, 2017).

Generalmente se considera que la desnutrición vivida durante la infancia y adolescencia tienen efectos dañinos para el neurodesarrollo de la persona por sus efectos agudos pero también se ha visto que los problemas de atención y déficit cognitivos persisten en la vida adulta y aun pueden persistir en la siguiente generación (Galler, 2017). Es decir, que la desnutrición sufrida por una persona durante su vida temprana puede tener repercusiones que alcancen a sus nietos.

En contextos como nuestro país, donde la tasa de fertilidad es alta y el embarazo temprano es común, la desnutrición de la mujer en edad fértil es de mucho impacto en las generaciones venideras. La desnutrición materna se asocia a restricción de crecimiento intrauterino en el feto, bajo peso al nacer, mayor susceptibilidad a enfermedades en el bebé (virus de Zika por ejemplo) (Vohr, 2017).

 

b. Rol de los micronutrientes

El impacto de la desnutrición en el neurodesarrollo del individuo no se limita solamente a consumir pocas calorías. También se relaciona con el consumo deficiente de vitaminas y micronutrientes como yodo, acido fólico, colina, vitamina B12, triptófano, ácidos grasos, hierro, etc (Vorh, 2017).

De acuerdo al Banco Mundial, la población de Guatemala tiene los niveles más bajos de yodo, acido fólico y vitamina A de toda Centro América. Estos datos son consistentes con nuestra alta prevalencia de desnutrición crónica y un problema de desnutrición aguda que va en aumento.

c. Circulo vicioso de desnutrición y pobreza

Por lo antes descrito, una persona que sufre desnutrición (aguda o crónica) en cualquier momento de su vida encontrará muchas barreras para prosperar. El efecto deletéreo sobre su neurodesarrollo y el de su descendencia (hijos y nietos) y la mayor predisposición a enfermarse (por el impacto en sus sistema inmunológico) favorece un circulo vicioso que prolonga el estado de pobreza y esta a su vez vuelve persiste la desnutrición en esa familia.

 

3. Relación nutrición y pobreza

a. Los retos de vincular el estado nutricional a políticas comerciales especificas

La información disponible para estudiar el problema de “desnutrición y pobreza” es sumamente heterogénea. La literatura publicada difiere en muchos aspectos: criterios diagnósticos de desnutrición, clasificación del problema, métodos de análisis estadístico, el contexto sociopolítico de los países es diferente, e incluso la filosofía con la que el autor escribe sus reportes. Por estas razones tratar de analizar los impactos de las políticas comerciales respecto a los indicadores de desnutrición es un verdadero reto.

En los siguientes párrafos trataré de extraer las mejores conclusiones de la bibliografía disponible en este momento circunscribiéndome en la medida de lo posible a la evidencia en países latinoamericanos.

b. Sistema Económico: Barreras Arancelarias e Inversión Extrajera

El sistema económico de un país tiene un impacto importante en la disponibilidad de bienes y servicios de sus habitantes. Esto también es cierto para el tema nutricional. La disponibilidad de alimentos es un determinante importante de la cantidad de calorías y nutrientes que una personas tiene acceso a consumir.

La distribución geográfica de nutrientes no es homogénea. Es decir, algunas regiones del mundo son más fértiles que otras. De la misma forma, algunos micronutrientes escasos en la naturaleza se añaden a los alimentos para evitar su deficiencia (por ejemplo la sal fortificada con yodo o el azúcar con vitamina A). Por estas razones, algunos estudios sugieren que la disminución de barreras comerciales (trade openness) esta asociado a reducciones en los niveles de desnutrición y a incrementos en la oferta de nutrientes para las personas. Incluso se ha documentado que la calidad de la dieta es mejor (Cuevas, 2019)

En ese mismo sentido, se ha visto que las políticas que favorecen el consumo de producción interna y las exportaciones (es decir, que dificultan las importaciones con medidas arancelarias o no arancelarias) tienen relación negativa con la disponibilidad de calorías en la dieta y consumo de proteínas en personas que viven en vías de desarrollo, incluyendo países Latinoamericanos. (Cuevas, 2019).

Los datos antes expuestos nos confirman un pensamiento simple: lo que el país no produce internamente debe traerlo de afuera, de lo contrario su propia población sufrirá las consecuencias. En periodos de estrés (sequias, inundaciones, recesiones económicas, desastres naturales) la producción interna será insuficiente o de calidad deficiente por lo que la apertura comercial (trade openness) es importante para la población. Del Ninno demostró en un estudio cuasi-experimental que la restricción de importaciones privadas esta relacionada con la disminución de ingesta de calorías per capita durante épocas de inundación en Bangladesh (Cuevas, 2019). Es importante complementar que Guatemala ocupa el puesto 125 en el índice de apertura comercial (Banco Mundial, 2017).

Los efectos de la inversión extranjera directa han sido evaluados en múltiples estudios. Se ha demostrado que la inversión extranjera aumenta las ventas de bebidas carbonatadas, jugos, bebidas energéticas y deportivas, agua embotellada, alimentos procesados y helados (Cuevas, 2019). Es decir, que en términos nutricionales la inversión extranjera directa aumenta la disponibilidad de calorías para la población.

c. Libertad Económica y Nutrición

Los países son complejos respecto a sus sistemas político-económicos. Una forma de facilitar la comparación de países que son culturalmente diferentes entre si es utilizar índices. Los índices tienen la ventaja de estandarizar algunas categorías relevantes para el desarrollo económico y permitir la comparación en un contexto globalizado.

El índice de libertad económica (Index of Economic Freedom) analiza las categorías de estado de derecho (que incluyen derechos de propiedad, integridad del gobierno y efectividad judicial), tamaño del gobierno (gasto público, carga impositiva y salud fiscal), eficiencia regulatoria (libertad de negocio, libertad laboral y libertad monetaria) y apertura de mercados (libertad comercial, libertad de inversión y libertad financiera).

Lo realmente interesante es que en los trabajos de De Soysa se puede apreciar una relación positiva entre los índices de libertad económica y dietas mas sanas. (Cuevas, 2019). Es decir, países con mayor libertad económica tienen menor problema nutricional. Por ejemplo, Guatemala ocupa el puesto 77, Burkina Faso el 96 y Bangladesh el 121.

 

4. Conclusiones ¿Hay solución?

La desnutrición y sus consecuencias en la persona y la sociedad es un problema sumamente importante para Guatemala. Somos uno de los países con mayor prevalencia del problema a nivel mundial y en la actualidad los casos de desnutrición aguda siguen en aumento.

A pesar de que la evidencia es heterogénea y limitada, hay suficiente sustento para sugerir un papel clave de la disminución de barreras comerciales y la inversión extranjera directa en la nutrición del país. (Cuevas, 2019). Con la apertura comercial, la dieta cambia no solo en cantidad de calorías sino también en disponibilidad de micronutrientes y diversidad de alimentos. (Cuevas, 2019)

Se ha descrito que la inversión extranjera directa puede ser un vehículo importante para transformar el sistema de alimentos, de tal forma que la integración vertical y horizontal de la industria, los cambios en el sistema de distribución y la adaptación de los productos al consumidor local realmente pueden aumentar no solo la disponibilidad de alimentos diversos sino también el poder adquisitivo de los consumidores (Cuevas, 2019).

 

Referencias Bibliográficas

1. Banco Mundial. Trade Openness- Country rankings. The Global Economy, 2017. Link: https://www.theglobaleconomy.com/rankings/trade_openness/

2. Cuevas S, Cornselsen L, Smith R, Walls H. Economic globalization, nutrition and health: a review of quantitative evidence. Globalization and Health, 2019; 15:15.

3. Galler J, Koethe J, Yolken R. Neurodevelopment: The impact of Nutrition and Inflammation During Adolescence in Low-Resource Settings. Pediatrics, 2017: 139 (s1).

4. Gauster Susane et al. Entre el Suelo y el Cielo: Radiografía multidimensional de la desigualdad en Guatemala. Oxfam Internacional. 2019.

5. Marini Alessandra, Gragnolati Michele. Malnutrition and Poverty in Guatemala. The World Bank. 2003.

6. Orozco Andrea. Articulo de prensa: Aumenta el número de niños menores de 5 años con desnutrición aguda. Prensa Libre, 17 de abril de 2019.

7. UNICEF. Progress for Children: A World Fit for Children Statistical Review. 2007. Link: https://www.unicef.org/progressforchildren/2007n6/index_41505.htm

8. Vohr B, Davis E, Wanke C, Krebs N. Neurodevelopment: The impact of Nutrition and Inflammation During Preconception and Pregnancy in Low-Resource Settings. Pediatrics, 2017; 139 (s1).

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